Una peculiar historia ha unido al viejo embustero doblacucharas Uri Geller y al joven, atolondrado, brillante y antipático piloto de Fórmula 1, Lewis Hamilton, según informan los despistados medios que han caído en el garlito de Geller.
¿A los medios les importa que se trata de un pillastre desprestigiado, de un mentiroso patológico, de un gigoló desvergonzado? Pues por lo visto no. Los medios están más interesados en sorprender que en informar. Lástima.
Pero... ¿Cómo doblaba Geller las cucharas? Con las manos, y sobran los vídeos que lo demuestran. Simplemente dobla las cucharas cuando todo mundo mira para otro lado. Los magos lo llaman "misdirection": dirigir la atención del público lejos de donde debería estar.
Éste es uno de los vídeos que con amenazas ha tratado de sacar de YouTube el seudoparanormalero.
A fondo en El retorno de los charlatanes
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