Porque las leyes de Murphy no podían estar ajenas a la Astronomía, a continuación se detallan algunas con las que más de un aficionado puede sentirse identificado...
- La cantidad de nubes es directamente proporcional a tu deseo de observar.
- La cantidad de nubosidad es directamente proporcional a tu disponibilidad para observar.
- La cantidad de cobertura nubosa es inversamente proporcional al porcentaje iluminado de la Luna.
- Bajo cielos parcialmente nublados, las nubes cubrirán exactamente esos objetos que tienes más ganas de observar, dejando otras áreas totalmente libres de nubes.
- De las diez noches de mejores condiciones de visibilidad del año, tendrás que asistir a algún acontecimiento nocturno dentro de casa al menos durante ocho de ellas. Así como durante los eclipses, tránsitos y similares.
- Según vayan mejorando las condiciones de visibilidad, irán aumentando las demandas de tu pareja para que vuelvas a la cama.
- En invierno, la temperatura es siempre al menos 10 grados menor que aquella para la que te has vestido.
- Durante el verano, la cantidad de mosquitos es siempre un diez por ciento superior a lo que has previsto -y para lo que te has untado con repelente.
- La calidad del cielo (incluyendo tiempo, número de nubes, etc) variará de forma inversamente proporcional al día de la semana que sea; es decir la mejor época de visión caerá invariable en una noche que tengas ocupada, limitando el tiempo disponible para disfrutarlo.
- Durante los más raros acontecimientos astronómicos, tales como tránsitos, ocultaciones asteroidales, o un cometa que pase cerca, seguramente tendrás que viajar, o sucederá un acontecimiento importante familiar. Cuando no esté sucediendo nada en tu vida, nada nuevo sucederá en el Cielo. ¡Seguro!
- En el caso de que no estuvieras fuera de casa, o dedicado a actividades familiares de naturaleza banal, y además el cielo estuviera despejado, el acontecimiento transcurrirá a uno o dos grados de la Luna Llena.
- En el caso de que los anteriores supuestos no se cumplieran, serías atacado por una dolencia cuya naturaleza te obligaría a permanecer en la cama un período no menor de doce horas.
- La posibilidad de que se enciendan luces, linternas, faros, luces interiores o pilotos traseros es directamente proporcional al número de obturadores abiertos y al número de observadores que hayan empezado su adaptación a la visión nocturna.
- Justo cuando encuentres el objeto que llevas buscando toda la noche, el vecino encenderá las luces de casa destrozando tu adaptación visual a la oscuridad.
- Los prismáticos y telescopios sufren una atracción magnética irresistible hacia el cemento, a diferencia de los tornillos y tuercas pequeñas que sufren una atracción magnética irresistible hacia la hierba alta.
- Todos los apagones suceden en noches nubladas o de Luna Llena.
- En la Zona Ártica: "Unas condiciones de observación perfectas en noches de Luna Nueva dan lugar, inevitablemente, a la aparición de masivas y brillantes auroras".
- Un termo cae siempre sobre el mapa más cercano. Los ejemplares caros o los que estén sin plastificar tienen prioridad. Este principio no es aplicable si el termo estuviera vacío.
¿Quién dijo que la Astronomía es aburrida?
Aportado por AAV, Asociación Astronómica Vizcaína
Adaptado por Que de Cosas
Si no es por Noticias del Cosmos no me entero del Humor astronómico en Austrinus
1 comentarios:
Me ha gustado la segunda:
La cantidad de nubosidad es directamente proporcional a tu disponibilidad para observar.
Es muy real.
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